
No hay aventura si no nos perdemos del todo al menos una vez.
Sin brújula quedan estrellas y sin estrellas queda lo absoluto invisible, o lo invisible absoluto, según quiera llamársele. Lo que ocurre después pertenece enteramente a Usofía: no se sabe nada acerca de ello.
"Entreme donde no supe
y quedeme no sabiendo
toda ciencia trascendiendo"
San Juan de la Cruz.
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